VEGANISMO Y Objetivos de Desarrollo Sostenible

Veganismo y desarrollo sostenible (Agenda 2030, ODS) se colaron en mi vida hace ya unos años y, aunque tienen concepciones diferentes, muchos de sus retos, de sus objetivos de un mundo mejor, más justo y apacible para todas son compatibles e incluso compartidos.

Me gustaría destacar que este es un artículo de opinión, opinión personal, que recoge mi concepción del veganismo y mi concepción del desarrollo sostenible más o menos plasmado en los ODS y la Agenda 2030. Ni pretendo ni represento a ningún colectivo y espero que sirva a la reflexión.

Detrás de la escueta definición que la RAE hace del veganismo “Actitud consistente en rechazar alimentos o artículos de consumo de origen animal” se esconde un cambio de sistema de raíz, económico, social, medioambiental. Un modelo o filosofía de vida que busca ir más allá del bienestar presente y futuro de la primerísima persona del singular, que conlleva la búsqueda del bien común y colectivo fuera de las fronteras del especismo y antropocentrismo. ¿Os suena a algo?

Mi concepción del veganismo va íntimamente ligada a conceptos como el comercio justo, de cercanía o kilómetro cero, de temporada y ecológico, consciente de tu multi-impacto, libre de plástico y envasados innecesarios, del reciclado como última R, de relocalización de la economía, del decrecimiento. Y desde esta óptica abordo el veganismo en este escrito.

Paralelismo entre Veganismo y ODS

A día de hoy el veganismo y los ODS o la Agenda 2030 siguen siendo unos grandes desconocidos, cada vez menos, es verdad, pero siguen creando confusión y muchas veces no está claro que hay detrás. Se perciben como conceptos, estilos de vida, acciones difícilmente asumibles para una gran mayoría de la población, que ya tiene bastante con las preocupaciones y dificultades de su día a día como para encima, cargarse con estas “incomodidades”. Porque sí, el veganismo y el desarrollo sostenible se perciben como una renuncia a las comodidades presentes, como formas de vida caras y poco accesibles, destinados a personas con vidas acomodadas, económicamente estables y alejadas de la realidad de la gran parte de la sociedad. Unas pocas “élites” que quieren imponer una utopía que no es realista sino más bien imposible de alcanzar.

Las personas veganas y las promotoras, han abierto los ojos a una realidad muy compleja, que bascula sus vidas por completo y las pone patas arriba. El prisma con el que observan el mundo y su entorno ya no es el mismo, ha cambiado radicalmente y la frustración y, a veces, la desesperación, llegan demasiado rápido y demasiadas veces. Y sin embargo no decaen en su empeño, tienen un halo de optimismo interno que les empuja a seguir viviendo el veganismo y/o el desarrollo sostenible y difundirlo, darlo a conocer, para incitar al cambio sin imposiciones.

Cauces de llegada al veganismo

Tres son los caminos principales por los que tradicionalmente una persona llega al veganismo. En base a esos tres cauces intento relacionar lo que el veganismo aporta a la Agenda 2030 de la sostenibilidad.

RESPETO ANIMAL

El veganismo es, ante todo, una conciencia de vida y consumo que elimine o minimice el sufrimiento y explotación animal. El ser sintiente y sufriente es un igual al ser humano, no tiene menos derechos ni está al servicio de la persona humana. Defendiendo y reconociendo los derechos del eslabón más débil, aquél que ni siquiera puede defenderse por sí mismo, se defiende implícita y explícitamente a la cadena entera. Se defiende y se protege a la fauna marítima (ODS 14) y a la terrestre (ODS 15), cuyo entorno debe sufrir el menor impacto posible para garantizar sus condiciones de vida. La igualdad de derechos entre seres humanos y seres animales, no se concibe sin igualdad dentro del hábitat humano, sin que ningún grupo imponga o sea superior a otro. Por tanto la igualdad de género y el respeto a la diversidad sexo-afectiva (ODS 5), la tolerancia cero al racismo y a la xenofobia o a la discriminación por ideología, religión o pensamiento (ODS 10) están implícitos en el ADN del veganismo.

El veganismo es, a veces, reducido a un estilo de consumo. No lo es, pero se es consciente del poder de transformación que implica. El consumo de productos y servicios veganos no pueden defender el bienestar animal sin ir de la mano del bienestar de los seres humanos implicados en su producción. El consumo vegano debe conllevar condiciones justas de trabajo (ODS 8) que permitan a las personas tener una vida digna y ajena a la pobreza (ODS 1).

MEDIOAMBIENTE

Otra de las vías de llegada al veganismo es la protección del medioambiente o la disminución del impacto de nuestro estilo de vida sobre los ecosistemas. El sistema de producción industrial de carne, huevos, leche y otros productos es el punto de inflexión para que algunas personas abracen el veganismo.

La sobreexplotación animal supone un problema de gestión y tratamiento de purines y excrementos que contamina agua subterránea, acidifica mares y océanos y pone en riesgo los hábitats marítimos (ODS 14). La huella hídrica (ODS 6) de productos cárnicos y derivados sobrepasan con creces a los productos de origen vegetal, incluso comparándolo con sistemas hortofrutícolas industrializados.

El veganismo puede conllevar una fuerte disminución de la huella de carbono de nuestro estilo de vida para no acelerar el cambio climático (ODS 13). Una gran parte de la industria de explotación animal conlleva la deforestación de bosques para el monocultivo de pienso que delimita y acaba con el hábitat de especies animales y vegetales (ODS 15) y cuya transformación y transporte aumenta aún más su impacto sobre el planeta.

SALUD

Las dietas basadas en plantas con escasa o nula presencia de alimentos de origen animal pueden conllevar una mejora de la salud. Muchas personas buscan en el veganismo una condición de vida más saludable y lo suelen encontrar no exclusivamente ligado al veganismo sino como complemento a otras acciones en su estilo de vida.

La búsqueda de la mejora de la propia salud (ODS 3), aunque pueda parecer un objetivo meramente personal, tiene implicaciones en el conjunto de la sociedad. La salud preventiva, cuidando la alimentación entre otros factores, conlleva a mejorar la salud colectiva. La pandemia del COVID-19 nos ha hecho muy conscientes, de que el cuidado y la mejora de nuestra propia salud contribuye a liberar recursos de los sistemas sanitarios para ser utilizados más eficientemente.

Otras contribuciones

Hay un chiste vegano que dice: ¿Cómo puedes saber si una persona es vegana? Te lo dirá ella. El veganismo busca motivar al cambio, sumando más personas. La imposición no debería ser la opción, por ello se debe construir un buen argumentario basado y fundado en información y datos, que facilite su comprensión y que haga que la realidad vegana sea accesible a toda persona. Sustituye veganismo por ODS y el paralelismo queda establecido a través del ODS 4 Educación de calidad y su Meta 4.7 Educación al desarrollo sostenible.

El veganismo es la liberación del sufrimiento y explotación animal y como indicaba antes, no hay veganismo si una sola persona es víctima de cualquier tipo de injustica. Las guerras y la carencia de instituciones que velen por la paz, la justicia y la protección de todas (ODS 16), seres humanos y animales, atacan a los valores intrínsecos del veganismo.

Y por último, y quizás lo más importante, la implicación colectiva de todo agente de la sociedad que se sume al veganismo, que se sume a la Agenda 2030. Ninguna de las dos concepciones y formas de vida serán posibles sin unas alianzas fuertes, estables y duraderas (ODS 17). Por ello la convivencia y alianza entre veganismo y desarrollo sostenible es indisoluble, haciendo más fuerte y capaz a éste y a aquél, que bien entendido, par a mí, es uno sólo.